Se puso en marcha la obra para la reconversión de la calle Viamonte, en el marco del plan de transformación del Microcentro del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana. El proyecto incluye más espacio peatonal, arbolado y luminarias, pero también genera cuestionamientos por la reducción del tránsito vehicular y las dificultades crecientes en la movilidad urbana.

El Gobierno porteño a través del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, puso en marcha la reconversión de la calle Viamonte, entre Carlos Pellegrini y Leandro N. Alem. La obra abarcará ocho cuadras, beneficiará de manera directa a 21.400 vecinos y visitantes, y busca mejorar el espacio público de una de las zonas más transitadas del Microcentro porteño.

El proyecto apunta a transformar el espacio urbano para hacerlo más sostenible y amigable. Habrá más áreas verdes, arbolado nuevo, mayor seguridad y limpieza, y una reorganización del entorno que, según explicaron, reducirá la contaminación y el ruido. En total, se intervendrán 11.200 metros cuadrados de espacio público.

“La renovación de la calle Viamonte es un paso más en la transformación del Microcentro, que se suma a la reconversión que también venimos realizando en la calle Tucumán. Con más superficie peatonal, más árboles y mejor iluminación, esta nueva obra va a mejorar la movilidad y devolverle vitalidad al entorno por donde circulan miles de vecinos, comerciantes y quienes trabajan todos los días en la zona”, afirmó Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana.

Los trabajos contemplan la renovación de 8.685 m² de veredas, la incorporación de 86 árboles y la instalación de 22 nuevas farolas peatonales. También se sumarán dársenas de carga y descarga para las tareas logísticas y se ordenarán los espacios destinados a contenedores de residuos. Según el Gobierno porteño, la obra prioriza la accesibilidad para personas con movilidad reducida y niños, garantizando mayor inclusión.

Actualmente, la calle Viamonte tiene veredas angostas y un uso predominante para vehículos. Allí circulan tres líneas de colectivo (23, 115 y 99), que serán trasladadas a la avenida Corrientes con el fin de reducir el tránsito en la zona. La expectativa oficial es que la obra contribuya a reactivar la actividad comercial y atraiga nuevos negocios.

Si bien las intervenciones de este tipo amplían el espacio para los peatones y mejoran la infraestructura, también generan tensiones, cada vez se reducen más los carriles para autos y transporte público en una Ciudad que aún enfrenta problemas de congestión y falta de alternativas claras para la movilidad. El desafío será encontrar un equilibrio entre la revitalización urbana y la circulación diaria de quienes se mueven por el Microcentro.