Milei está haciendo lo que prometió, romper todo
22 Septiembre 2025
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Periodista en AdnCiudad.com
En una entrevista concedida a un medio internacional, el presidente de la Nación, Javier Milei, admitió: “Amo ser el topo dentro del Estado. Yo soy el que destruye el Estado desde adentro”. Sin embargo, muchos de los que lo votaron ignoraban estas declaraciones y, un año después, se sorprenden por la situación que atraviesa nuestro país.
Milei no sólo llegó para destruir el Estado desde adentro, sino también para sembrar el caos entre la población, tal como lo hizo el kirchnerismo, con su odio desmedido hacia el prójimo, en especial hacia quienes más necesitan apoyo o se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad. Se atrevió a meterse con los discapacitados, con un niño autista, con los jubilados y con quienes menos recursos tienen.
Gran parte de la ciudadanía que lo votó reclamaba a gritos “basta de corrupción”. Pero, a la luz de las causas judiciales, lo único que consiguió este Gobierno fue cambiar al cabecilla, la asociación ilícita dentro del Estado sigue funcionando. El cambio prometido no llegó.
En la historia reciente jamás el Congreso de la Nación le había rechazado dos vetos a un presidente. Sin embargo, los diputados ya anularon tres decisiones del Ejecutivo, y se espera que dos de esos rechazos sean confirmados por el Senado, como sucedió con la Ley de Emergencia en Discapacidad.
La próxima gran batalla serán las elecciones nacionales, luego de la derrota en la provincia de Buenos Aires. En octubre, Milei no sólo necesita ganar para sostener su política económica, sino también para transformar ambas Cámaras en simples escribanías al servicio del Poder Ejecutivo.
Bajo el lema “Divide y reinarás”, Milei también logró que el PRO se fracture por dentro. Así quedó expuesto este miércoles, cuando el jefe del bloque, Cristian Ritondo, giró en su banca para gritarle a Silvia Lospenato por su voto contra el veto, ante la tibia mirada de María Eugenia Vidal. Esa misma estrategia busca aplicar a un Estado debilitado y a una sociedad reducida a mera espectadora.