Guillermo Moreno, dirigente del espacio Principios y Valores, lamentó el fallecimiento del Papa Francisco, a quien definió como “un pacificador global”. Destacó su rol histórico en la promoción del diálogo y la justicia social, y pidió que la Iglesia elija como sucesor a alguien que continúe con su obra y compromiso con los más humildes.

Con palabras cargadas de emoción, el dirigente de Principios y Valores, Guillermo Moreno, se refirió a la muerte del Papa Francisco, destacó su rol como pacificador global y pidió que la Iglesia elija un sucesor que continúe su obra.

“Dios permita que la Santa Iglesia elija a alguien que pueda apaciguar los ánimos sobre dos personas como Putin y Trump. El Papa Francisco expresaba la voz entre ellos”, afirmó Moreno destacando la función mediadora y pacificadora que Bergoglio desarrolló desde el Vaticano.

Y agregó: “El Papa era la voz de los pueblos que no tienen voz ni voto. Lo que se necesita ahora más que mediar es completar la mesa donde se van a estructurar las instituciones del nuevo orden internacional que reemplazará al Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio y las Nacionales Unidas entre otras instituciones mundiales”.

Conmovido, Moreno remarcó la coherencia de Francisco entre sus ideas y su vida cotidiana. “El Papa Francisco murió como vivió. Hay que hacer el duelo, rezar mucho y ojalá se pueda continuar su obra porque los pueblos del mundo precisamos esa obra”, manifestó.

Sobre la ausencia del Papa en Argentina, Moreno explicó que fue una decisión cargada de sentido: “Tenía que venir para unir, pero sabía que iba a generar algunos incordios y prefirió evitarlo”.

Moreno también reflexionó sobre el carácter excepcional de su papado. “Mil años pasarán para que exista un Papa argentino. Llegó de manera humilde y fue ganando el corazón de los argentinos y del mundo”, expresó, reconociendo el impacto profundo de su liderazgo tanto en lo espiritual como en lo humano.

 Finalmente, el dirigente de Principios y Valores concluyó con un mensaje de recogimiento y memoria: “El mundo por un momento está desolado y en conmoción. Es el camino de Dios, hay que rezar y aprovechar a rememorar lo que nos pasó para grabarlo en la memoria, sin rencores y sabiendo la importancia de este argentino en el mundo”.